SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO fue obispo y doctor de la iglesia, que insigne por el celo de las armas, por sus escritos, por su palabra y ejemplo trabajó infatigablemente predicando y escribiendo libros, en especial sobre teología moral, en la que es considerado maestro, para fomentar la vida cristiana en el pueblo. Entre grandes dificultades fundó la Congregación del Santísimo Redentor, para evangelizar a la gente iletrada. Elegido obispo de Santa Águeda de los godos, se entregó de modo excepcional esta misión, que dejaría 15 años después, aquejado de grandes enfermedades, y pasó el resto de su vida en Nocera de’Pagani, en la Campania, aceptando grandes trabajos y dificultades, murió en 1787.