Una lluviosa tarde de domingo, poco después de haber enviudado, Laura Palfrey llega al Claremont para iniciar una nueva vida. En el hotel la esperan cuatro huéspedes permanentes, días ordenados en torno a las rutinas de las comidas y los programas de televisión. Solo modifica el tedio la visita esporádica de algunos familiares. Pero nadie va a ver a Laura. Cuando de pronto conoce en la calle a Ludo, un joven a quien desvela el deseo de ser escritor, juntos elaboran un plan para compensar la soledad a la que la tienen sometida.