El mar está lleno de medusas es un ejercicio de autoficción. Una mujer joven, recién egresada de la carrera de literatura, llena de sueños y expectativas, busca su camino en el mundo. Un primer trabajo, una primera historia de amor como mujer adulta. Una boda y un divorcio. Muchos sueños rotos, pero también la fuerza de salir adelante sola, de reinventarse, de reírse de sí misma y comenzar de nuevo gracias a los libros y a las amigas.
Esta novela es el resultado de un duelo afectivo y un tributo a las relaciones que se acaban. También es una reflexión sobre crecer y cometer errores, sobre lo que significa transitar los veinte y los treinta como mujer millennial en México: una historia para quienes no leímos las letras chiquitas del contrato de la adultez.