Hace ya años que el Inspector Ramos abandonó el sueño de ser un buen policía, ni si quiera sus compañeros se fían de él, toda su vida es un engaño y su familia le desprecia.
Mientras intenta resolver la muerte de un anciano y esclarecer un asesinato múltiple, Antonio Ramos solo tiene una cosa en la cabeza: hacer lo que sea para quedarse con un dinero que ha visto pasar delante de sus narices. Pero la mafia rusa y asuntos internos le pisan, no ya los talones sino los tobillos, y los cadáveres se van acumulando a su paso en una asfixiante y vertiginosa espiral de violencia que solo puede conducirle a un callejón sin salida…