Un coleccionista de información y de fetiches sobre los grandes homicidas psicópatas responde a un anuncio clasificado, entra en una cárcel de máxima seguridad y hace realidad su sueño… pero no de la manera en que esperaba. En una historia desquiciada y carnavalesca, esta sátira da un giro del terror hacia la ficción extraña a través de la ironía y de la intertextualidad.
Jorge Carrión nos presenta este irónico y terrible relato de la pluma del escritor mexicano Bernardo Esquinca, narrado irreverentemente por Ignacio Casas.