Un hombre y una mujer se miran a los ojos y la realidad se vuelve otra cosa, una noche en la que la lluvia, una gafas rotas y la rueda pinchada de un coche son el camino que les conducirá hacia el deseo y la felicidad. ¿Y quién dice que los deseos no se cumplen? A partir de ese momento, Pedro, Azul, y Ana, Bruja, ya no serán más lo que eran, atrapados por la fuerza del destino. Porque las primaveras suelen ser cortas, y tras ellas llega el cruel y lago invierno, la búsqueda, la desesperación, los recuerdos que duelen, la pérdida… Azul tocará el Cielo con sus manos, conocerá el Infierno en su afán por olvidar a Bruja, intentará representar la ausencia de dolor en un cuadro imposible, se enfrentará a Dios y pretenderá derrotarlo. Viajará por el Purgatorio, por todo el mundo, en busca de su amor perdido y gritará desesperado sin que nadie le escuche. Con una escritura trabajada y deslumbrante, Martín Casariego da una vuelta de tuerca a toda su obra y logra una novela profunda e intensa, de un alcance y una ambición poco comunes en el panorama literario.