Corre el año 787 y los musulmanes dominan todos los territorios hispánicos. La joven Alana, hija de una jefa del clan astur y un guerrero godo, es arrebatada de su castro para formar parte del Tributo de las Cien Doncellas: un racimo de muchachas que cada año entrega el príncipe Mauregato al emir cordobés, en señal de sumisión, para que formen parte de su harén. Culmina el siglo VIII y los musulmanes dominan la península.