"Miguel Ángel", un joven de 28 años nacido en Medellín y graduado de la facultad de Derecho de una universidad bogotana, llega a Tokio en la primavera de 1992 en busca del "sueño americano en versión japonesa". Con el paso de los años se covertiría en "toda una leyenda del submundo y la vida nocturna clandestina" en el país del Sol naciente, primero ejerciendo él mismo la prostitución y luego convirtiéndose en ficha clave para la Yakuza, la más temible mafia asiática, en la trata de prostitutas colombianas en el Lejano Oriente. A través de su historia —narrada en este estremecedor documento periodístico— el lector encontrará reflejada la vida de cientos de mujeres y hombres latinoamericanos que, agobiados por el desempleo, se dejan tentar por la idea de conseguir dinero fácil en países lejanos, sin reparar en la crueldad que les espera en el exilio.
