Muchas personas no llegan a vivir su sexualidad en congruencia con su identidad por haber sufrido traumas sexuales, traumas de relación y traumas de amor. Confunden su identidad con la identificación con otros, en muchos casos con el autor de su trauma. Su sexualidad está marcada por esa identificación.
En esta obra el autor, al cual avala una experiencia de veinticinco años como terapeuta, expone que hay muchos más traumas sexuales de los que creemos, puesto que muchas veces los abusos sexuales tienen lugar en el propio seno de la familia. Los niños que los sufren no hablan de esas experiencias. Desarrollan de forma exagerada sentimientos como rabia, vergüenza, (falso) orgullo, y asco. Muchas de estas víctimas de abusos acaban convirtiéndose, a su vez, en abusadores de sus propios hijos, a quienes traspasan el mismo trauma que ellos arrastran.
En el último capítulo, dirigido a especialistas en salud mental, el autor presenta su propuesta para tratar los traumas sexuales, a la que denomina "psicotraumaterapia basada en la identidad". Esta terapia parte de la práctica terapéutica de las constelaciones y tiene el objetivo de romper la cadena de traumas sexuales que se viven en muchas familias.