Este libro tan fascinante como misterioso fue escrito en 1975, cuando Enrique Vila-Matas vivía en París. Allí descubrió que a Unamuno se le había ocurrido la idea de escribir una novela "criminal" en aquella ciudad… y que con ella mataría a sus lectores. Cuando Vila-Matas expuso sus planes a Marguerite Duras, que a la sazón era su casera, ésta intentó disuadirlo diciéndole que se trataba de un objetivo que sólo podía lograrse en el reino de la ficción.
"La asesina ilustrada", publicada en 1977, procuró un reconocimiento unánime de Vila-Matas como prometedor talento.