Tomando como punto de partida algunos recuerdos de su madre, que en la pantalla de un escáner cerebral "evocan un paisaje astral", Nona Fernández construye lo que ella misma ha llamado una "constelación de materiales". Lo hace a través de la memoria personal, familiar y colectiva, la memoria de un país, y también echando mano del documento, de aquello que consigue iluminar el olvido. Acaso del mismo modo en que, al cabo de tantos años, nos alcanza la luz de las estrellas. Como a menudo ocurre con la justicia. En este primer ensayo de la autora se cifra, pues, el modo en que escribimos la historia, cómo y desde dónde, y la potencia política del recuerdo y de lo que hacemos con él, de su narrativa.
"En Voyager conviven lo grande y lo pequeño en igualdad de condiciones: ya se trate de la evolución del cerebro humano o de los problemas neurológicos de una anciana, de la vida del Sol o del discurso inconformista de un adolescente invitado a conmemorar —"sin abrir heridas"— el aniversario del plebiscito que terminó con la dictadura de Pinochet. Nona Fernández vuelve una y otra vez a ese periodo no para instalarse en el pasado sino para revelar el modo en que su luz sigue guiando nuestro presente."—Javier Rodríguez Marcos, El País