Guía práctica para no dejarse manipular y ser asertivo

Si temes herir los sentimientos de los demás al ser sincero, o si no eres capaz de expresar la ira de un modo socialmente adecuado, de oponerte, de expresar una opinión contraria, o si sientes que los demás te manipulan, esta guía es para ti. En ella, Walter Riso nos muestra a través de una serie de pasos la forma de ejercer y/o defender los derechos personales: decir “no”, expresar desacuerdos, dar una opinión contraria y/o expresar sentimientos negativos sin dejarse manipular, como lo haría una persona sumisa, y sin violar los derechos de los demás, como lo haría una persona agresiva.

En el proceso de aprender a querernos a nosotros mismos, junto al autoconcepto, la autoimagen y la autoeficacia, de la que habla Walter Riso en su “Guía práctica para mejorar la autoestima”, ahora abre campo en esta guía a un nuevo “auto”: el autorrespeto, ese que junto a nuestros valores debe anteponerse a cualquier temor o deseo de agradar.

En muchas ocasiones decimos “sí”, cuando queremos decir “no”, o nos sometemos a situaciones indecorosas y a personas francamente abusivas, pudiendo evitarlas ¿Quién no se reprochado alguna vez a sí mismo el silencio cómplice, la obediencia indebida o la sonrisa zalamera y apaciguadora? ¿Quién no se ha mirado alguna vez al espejo tratando de perdonarse el servilismo, o el no haber dicho lo que en verdad pensaba? ¿Quién no ha sentido, así sea de vez cuando, la lucha interior entre la indignación por el agravio y el miedo a enfrentarlo?

Para pensar: ¿Te humillas demasiado? ¿Los demás te manipulan? ¿Temes herir los sentimientos de los demás si eres sincero? ¿Eres capaz de expresar la ira de un modo socialmente adecuado, de oponerte, de expresar una opinión contraria? Si tus respuestas a estos interrogantes son afirmativas esta guía es la herramienta que necesitas para revertir esto, en ella, Walter Riso nos muestra a través de una serie de pasos y con un lenguaje sencillo lo que debes hacer para convertirte en una persona asertiva, estableciendo una ética personal que separe lo negociable de lo no negociable, el punto de no retorno.